El compliance en la toma de decisiones corporativas

¡NO TE LA JUEGUES!

El compliance en la toma de decisiones corporativas es uno de los riesgos que afectan al desarrollo económico y a la reputación de la empresa. En este artículo hablaremos de dos de los ambitos de riesgo más comunes. El primer ámbito de riesgo deviene de las acciones llevadas a cabo por los propios empleados de la empresa; el otro se circunscribe al proceso de las decisiones estratégicas.

En el ámbito de los riesgos que se derivan de las acciones de los empleados de la empresa, se incluyen numerosas situaciones. Desde las malas prácticas, hasta su falta de conocimientos, experiencia o profesionalidad. Lo que lleva siempre a consecuencias económicas y daño a la reputación de la empresa. Sin mencionar el impacto negativo que tiene en la moral de otros empleados, el coste de reemplazos o el coste de posibles litigios.

En el ámbito de toma de decisiones estrategicas, los riesgos se incrementan en operaciones relacionadas con nuevas inversiones o procesos de fusión y adquisición. Otras operaciones críticas son, las alianzas con nuevos socios comerciales, las decisiones sobre expansión, la colaboración con nuevos proveedores, incrementan los riesgos para la empresa.

Cabe preguntarse, ¿Qué papel juega el Compliance ante estas situaciones?

El compliance en la toma de decisiones corporativas propone un enfoque basado el control de riesgos, con dos pilares: la cultura ética y la prevención del fraude interno.

En definitiva, se trata de no jugar a la ruleta rusa, ya que el conocimiento es poder. Bajo la premisa del conocimiento es necesario contar con procedimientos eficientes que ayuden a la toma de decisiones bien informadas. En consecuencia, una decisión bien informada reduce los riesgos, y al mismo tiempo, cumplimos con la normativa vigente.

Para lograr este fin, Grupo GAT pone a disposición de las empresas “herramientas” que se utilizan en función de las características de la situación que genere el riesgo.

En el primer ámbito, relacionado con los empleados, Grupo GAT tiene dos herramientas:

Background Screening

  • Riesgo en la incorporación de nuevos empleados. La incorporación de empleados siempre supone un riesgo que aumenta cuanto más alto sea el puesto que ha de ocupar. Para controlar este riesgo es necesario implementar una política de Background Checks (o informes de Pre-Employment Screening). Con este servicio la empresa podrá valorar los riesgos potenciales de la incorporación de ese candidato más allá de su currículum.

Canal de denuncias

  • Riesgos legales y de incumplimientos. Dotar a la empresa de un canal que permita informar de malas prácticas y posibles fraudes cometidos en el seno de las organizaciones. Un control de enfoque preventivo que da la oportunidad a la empresa de gestionar sus problemas internos. Un Canal de Denuncias interno con gestores externos especializados inspira confianza a los empleados. Y lo más importante dota de transparencia a la organizacion.

En el segundo ámbito, el de las decisiones estratégicas, tenemos una herramienta:

Diligencias Debidas

  • Riesgos en las decisiones estratégicas. Para la toma de decisiones de forma segura es imprescindible llevar a cabo Due Diligence. Las diligencias debidas se hacen sobre aquellas empresas con las que se plantea una colaboración, asociación, inversión o un proceso de fusión o adquisición. Este tipo de diligencia previa es personalizada a las necesidades de la empresa y según el tipo de operación a realizar.

Y en España, ¿Tenemos una cultura de Compliance para tomar decisiones?

En el pasado, salvo excepciones, en España no se ha tenido en cuenta el enfoque de reducción de riesgos en la toma de decisiones en toda su magnitud.

La influencia de empresas multinacionales, la normativa actual y más concretamente la “Responsabilidad Penal de la Persona Jurídica”, ha puesto foco en el control de los riesgos corporativos, léase, en la toma de decisiones.

Actualmente existe interés y necesidad por parte de las empresas en el Compliance. Ello hace que las herramientas mencionadas han visto incrementada su demanda, al igual que en los países del entorno. En conclusión, a nadie debería gustarle jugar a la ruleta rusa en la toma de decisiones empresariales.

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